La labor del mentor es de voluntad propia para dedicar intencionalmente tiempo de amor, capacitación, entrenamiento y desarrollo de las habilidades emocionales y espirituales del joven o niño que se encuentre abrigado en una entidad temporal. Debe promover las metas del cuidado competente de niñez y adolescencia vulnerable: seguridad, permanencia y bienestar, a través de la relación mentor-NNA.
Los mentores pueden tener un impacto significativamente positivo en la restauración de la confianza de la niñez y de la adolescencia hacia los adultos. Según lo que Duncan Dyason ha expuesto, en el manual “Mentoría de Niños y jóvenes que viven y tienen conexión con las calles y viven en alto riesgo social” (2014), se han encontrado beneficios de la relación entre un niño o un joven y un mentor, ya que se ha comprobado que esta relación motiva a los niños y a los jóvenes a tomar decisiones positivas de vida. Además, el programa de Mentores, como cualquier otra forma de servicio al huérfano, no solo responde en obediencia al llamado de la Iglesia a defender al débil y necesitado, sino que también es una plataforma en la cual el cuerpo de Cristo puede hacer discípulos. La relación mentor-NNA debe tener como bases la verdad, amor, gracia, perdón y misericordia, exponiendo en cada oportunidad el mensaje del Evangelio.
Requisitos: Aplicación (haz click para completar), copia de DPI, Certificado Renas, policiacos, penales.
Si tiene preguntas sobre el programa de mentores, contáctenos por medio de correo electrónico a mentores@nlai.org